Queda prohibido.

Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos...
Queda prohibido no sonreir a tus problemas, no luchar por lo que quieres.
Abandonarlo todo por miedo.
No convertir en realidad tus sueños... Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen menos que las tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha...
Queda prohibido no crear tu historia, no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, tambien te lo quita...
Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar que podemos ser mejores, no sentir que sin ti, este mundo no sería igual...

lunes, 14 de julio de 2014

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
- ¿Jugamos al escondite?
La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: “¿Al escondite? y ¿cómo es eso?”
- Es un juego -explicó la LOCURA en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse (¿para qué?), si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse…
- Uno, dos, tres… -comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. la FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si el bajo de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; que si una ráfaga de viento, magnifico para la LIBERTAD. Así que termino por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo… pero solo para él.
la MENTIRA se escondió en el fondo de llos océanos (¡mentira!, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO… ¡se me olvidó donde se escondió!… pero eso no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
- ¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología. Y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; el solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aun de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.
Pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.
La LOCURA busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, diviso un rosal y las rosas… Y tomo una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el AMOR es ciego, y la LOCURA lo acompaña siempre

juas juas juss

Agarrame por detrás y di que esto nunca se acaba. Dame mordisquitos en la oreja para hacerme cosquillitas, cómeme a mordiscos, quiéreme a besos, aplástame con tus abrazos de oso, odiame por una pequeña pelea tonta. Corre conmigo sin saber a donde. Llévame a caballito diciendo “Tequierotequieropequeñatequiero.”. Alejame de cualquier lugar, llévame lejos, donde podamos estar solos. Inténtame sacar una sonrisa, aunque sea imposible, porque ya estoy feliz. Susurrame que soy perfecta gracias a mis imperfecciones .Conseguir que todos te observen por tus grandes y maravillosas locuras, y así salir corriendo. Disfrutamos creyendo que llegará el día en que todo sea perfectamente perfecto. Dar las gracias por el primer día que nos vimos. Quejarnos mutuamente, contar por turnos nuestras tonterías, dedicarte fotos, y cinco minutos después quedarnos callados sin saber que decir. Sacarnos nuestra primera foto con la peor cámara de todas, pero sabemos que será genial porque es de los dos. Mirarnos, sonreír y unir nuestras narices y desirnoos “Te quiero”. Consolarnos por miedos tontos. Nos comeremos el mundo, poco a poco. Que será perfecto porque los protagonistas somos dos, solo dos, tú y yo. Que me das la mayor felicidad de todas.
No quiero que tu y yo estemos a tres metros sobre el cielo, prefiero estar a cinco a seis o a siete metros del cielo, sinceramente con que estés tú me sobra. Tampoco quiero que una carroza venga a por mi a las doce en punto y nos tengamos que ver a escondidas, quiero quedarme toda la noche contigo y si alguien tiene que venir a buscarme quiero que seas tú, como si vienes en una bici a por mi. Tampoco quiero que me regales anillos caros, ni joyas llenas de pedruscos de diamantes ni cosas así, prefiero que un día cualquiera cuando me levante tenga una nota en la mesita que ponga, ” abre el cajón ” y allí encontrarme una cajita y al abrirla me encuentre una pulsera sencilla, de algún mercadillo de playa tal vez. Tampoco quiero que en la lluvia aparezcas tú con un paraguas y me salves de la lluvia, quiero que aparezcas y me cojas de la mano e ir los dos juntos mojándonos y disfrutando del viento. Tampoco quiero perder un zapatito de cristal y que vengas a probar si es mio, prefiero llevar una deportivas, así iremos a correr algunos fines de semana y cuando estemos cansados nos tumbaremos en el césped. Y por último no quiero comer perdices, ¿y porque no comernos a besos? Prefiero los besos:)

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